La
mayor parte de los sistemas hipermediales se han construido sin una base
teórica y sin utilizar ninguna metodología de desarrollo, centrándose
exclusivamente en aspectos relativos al interfaz de usuario y a la
implementación. Esta situación ha desembocado en un universo de sistemas
aislados, concepto totalmente opuesto al docuverso original, en el que la
comunicación o el intercambio de información son prácticamente imposibles.
En
consecuencia, el desarrollo de sistemas hipermediales pueden considerarse como
un proceso inmaduro, en el que no se puede asegurar la calidad de los
resultados, atributo este último en el que no solo influye el grado de
satisfacción ante su interfaz, si no su utilidad y la dificultad de
mantenimiento.
La
ausencia de una metodología que establezca cada uno de los pasos a seguir
durante el desarrollo hace que el éxito de un hiperdocumento dependa de
esfuerzos individuales y en gran parte de la fortuna.
Como
señalan algunos de los autores el desarrollo y mantenimiento de productos
software generado bajo condiciones tan catódicas tiene consecuencias
imprevisibles.
Este
problema se acusa sobremanera en la etapa de diseño, en la que apenas se
dispone de técnicas ampliamente aceptadas. Los elementos multimedia y la
estructura hipertextuales restringen la aplicación de métodos de diseño
tradicionales, por lo que se debe potenciar el empleo de un modelo que,
entre otras, reportara las siguientes ventajas
· Permite desarrollar sistemas abiertos.
· Puede actuar como medio de
comunicación entre los participantes en el desarrollo del sistema.
· El software generado es más elegante y
flexible
· Establece una terminología estándar.
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