El diseño para la comprensión de hiperdocumentos debe fijarse la disminución
de la saturación o sobrecarga cognitiva como uno de sus propósitos
fundamentales. Este artículo presenta a consideración un modelo para la
comprensión que facilita el logro de ese propósito, mediante el concepto de
Espacio de Análisis y la extensión de un modelo de lectura a la caracterización
de cada elemento de ese espacio. Estos elementos son ternas de la forma t = (n,
f, e) , donde las componentes de cada terna tienen los significados siguientes:
n, indica el nivel de comprensión (léxico, sintáctico, semántico, pragmático);
f , hace referencia a la forma de presentación de la información (texto,
gráfico, sonido, imagen, video, etc.) y e , se refiere al elemento para la
comprensión ( tema objeto, interfaz, navegación).
El artículo presenta ejemplos de caracterización de agrupaciones de
ternas, para los niveles léxico, sintáctico, semántico y pragmático
equivalentes a los considerados en el modelo de lectura de texto tradicional
que sirvió de base a las reflexiones y consideraciones contenidas en este
trabajo.
Cada dia está más difundida y es más ampliamente compartida la opinión
de que el paradigma educativo tradicional -el aprendizaje como proceso de
transmisión de información del docente al aprendiz- es inadecuado para generar
las nuevas habilidades y estrategias intelectuales requeridas por la sociedad
moderna, caracterizada por desarrollos permanentes, continuos y acelerados, de
las tecnologías informáticas y de comunicaciones. Se propende en cambio por un
nuevo paradigma educativo en el cual la escuela y el docente son responsables
de la creación de ambientes de aprendizaje que estimulen al alumno a
convertirse en el artífice de la construcción de su conocimiento y a entender
el aprendizaje como un proyecto de vida de vigencia permanente.
Destacamos dos elementos presentes en las consideraciones anteriores que
han contribuido, de manera fundamental, al origen de las reflexiones
consignadas en este documento: el primero de estos elementos es considerar que
la habilidad lingüística, que incluye la capacidad de leer, comprender y
escribir textos, continúa siendo una meta esencial en el nuevo paradigma
educativo. El segundo, es el reconocimiento de que la tecnología ha propiciado
el surgimiento de formas alternativas y complementarias del libro de texto
tradicional, que son potencialmente útiles para crear los ambientes de
aprendizaje requeridos por este paradigma. La convergencia de estos dos
elementos en las aplicaciones hipermedia ha atraído la atención de
investigadores de diferentes disciplinas hacia los hiperdocumentos, sus
aplicaciones y el impacto de sus características básicas en el desarrollo de
ambientes de aprendizaje; nosotros hemos centrado la atención en la comprensión
de hiperdocumentos y en criterios de diseño que la faciliten.
Este documento presenta una propuesta de extensión de un modelo de
lectura, para explicar el proceso de comprensión de un hiperdocumento. En él se
supone que el usuario del hiperdocumento tiene el propósito de comprenderlo y
utilizarlo como base para la construcción de conocimiento nuevo, y no el simple
propósito de hojearlo "para ver qué encuentra".
El modelo que proponemos, y que constituye una propuesta de extensión
del modelo de lectura, se fundamenta en los postulados siguientes:
La comprensión de un hiperdocumento exige integrar la comprensión de
tres elementos presentes en el mismo: el tema objeto de estudio o de
presentación, la interfaz con el usuario, y el sistema de navegación.
La presentación tanto del tema objeto como de la interfaz y del sistema
de navegación puede adoptar diversas formas: texto, gráficas, imágenes, sonido,
video, etc.
La comprensión de cada uno de los tres elementos mencionados en los
items anteriores pasa también por cuatro niveles: léxico, sintáctico, semántico
y pragmático, equivalentes a los mencionados en el modelo de lectura del texto
impreso tradicional.
Con base en las consideraciones anteriores, hemos desarrollado un modelo
o espacio de análisis constituido por un conjunto de ternas
S = { (n, f, e) | n = nivel, f = forma, e = elemento }
Donde las componentes de cada terna tienen los significados siguientes:
n : Indica el
nivel de comprensión. Puede tomar uno de los siguientes valores: léxico,
sintáctico, semántico, pragmático,
f : Hace referencia a la forma de presentación de la información. Su valor
puede ser: texto, gráfico, sonido, imagen, video, etc.
e : Se refiere
al elemento para la comprensión. Puede tomar uno de los siguientes valores :
tema objeto, interfaz, navegación.
El modelo establece que para cada posible terna del espacio de análisis
debe existir una caracterización de la actividad particular que involucra los
tres componentes de la terna y que el usuario realiza para la comprensión del
hiperdocumento. Así, por ejemplo, la terna:
< (Léxico, sonido, interfaz) > representa la identificación, a
nivel léxico, de los ítems de sonido utilizados en la interfaz.
Análogamente, la terna:
< (semántico, texto, navegación) > representa la identificación, a
nivel semántico, de los ítems de texto utilizados para la navegación.
Las otras ternas se interpretan de manera semejante.
En lugar de intentar una descripción de las actividades para la
comprensión correspondientes a cada una de las ternas (nivel, forma, elemento),
presentamos una caracterización que agrupa a algunas de ellas. Esta decisión
obedece no solo al alto número de ternas sino a que consideramos que
caracterizarlas individualmente solo es posible en cada aplicación concreta con
el concurso de los expertos que confluyen al diseño de la aplicación. Por lo
demás, el lector puede encontrar controvertibles algunas caracterizaciones;
esto es absolutamente normal, si se piensa que, en criterio de los expertos, el
umbral entre los niveles sintáctico y semántico es impreciso.
En el modelo, el nivel léxico corresponde a la determinación del
significado de cada ítem de texto, gráfico o sonido (forma de presentación)
utilizado en la interfaz, en el sistema de navegación o en la presentación del
tema objeto del hiperdocumento. Este significado puede corresponder al ítem como
parte de la información sobre el tema objeto del hiperdocumento; por ejemplo,
el significado de una palabra, de un símbolo en un gráfico, de un ícono, de un
sonido; o puede corresponder al ítem como parte de la interfaz; por ejemplo,
líneas para dividir la pantalla en ventanas; o al ítem como parte del sistema
de navegación; por ejemplo, una flecha puede significar "siguiente" o
"anterior"; una palabra puede representar un botón de enlace, un
ícono puede representar la activación de un video.
En el nivel sintáctico, el lector reconoce los items utilizados en la
presentación de la información, en sus diversas formas, y su adecuación a la
gramática o a la sintaxis propia de la representación. Esta consideración es
válida tanto para la información sobre el tema objeto del hiperdocumento como
para la interacción con la interfaz y el sistema de navegación. Por ejemplo, si
un gráfico representa una estructura de decisión, la disposición de sus
elementos debe ser tal que el lector pueda reconocerla; si se utiliza un mapa
de navegación, éste debe presentarse en forma tal que el lector reconozca en él
una estructura que corresponde al propósito para el cual se diseñó.
Cuando el lector dispone de indicaciones para interactuar con la
interfaz y con el sistema de navegación, en el nivel sintáctico él reconoce la
estructura u organización subyacente en la disposición de los elementos
asociados con tareas de una misma actividad.
Si no dispone de tales indicaciones, tiene que descubrir qué función
realiza cada uno de los elementos que se le presentan. Se requiere esfuerzo y
concentración adicionales a los requeridos para comprender el tema objeto, para
lograr que los elementos adquieran significados determinantes en la comprensión
de los procesos de interacción con la interfaz y con el sistema de navegación.
Estos esfuerzos y concentración adicionales para realizar varias tareas a la
vez son denominados por Conklin saturación cognitiva. Este concepto es de suma
importancia porque la comprensión de un hiperdocumento involucra no sólo la
comprensión del tema objeto sino la comprensión de los mecanismos que le
permiten acceder a él. Dedicar mucho esfuerzo a la comprensión de estos mecanismos
de acceso limita la capacidad total que el lector podría dedicar a la
comprensión del tema objeto; por esto se afirma que la comprensión tiene como
principal impedimento la saturación cognitiva.
Como consecuencia de lo anterior, se recomienda la estandarización en
las formas de presentar la información a través de la interfaz y en el sistema
de navegación. Esto ayuda al lector que navega a través de un hiperdocumento a
eliminar problemas sintácticos típicos como el reaprendizaje de significados de
símbolos y le facilita la abstracción de la estructura y la organización del
hiperdocumento.
La estructura de las ventanas de despliegue constituye un ejemplo de la
estandarización mencionada. Una ventana puede estar organizada en tres
secciones: una superior, una central y una inferior. La superior puede contener
una barra de menúes de despliegue, titulados con los temas que se van a tratar.
La central puede estar distribuida en secciones: una para videos o gráficas;
otra para un glosario de términos, si es pertinente; otra para despliegue de
texto, etc. La inferior puede contener botones para navegación. En este caso,
el lector reconoce la estructura y organización de la interfaz y del sistema de
navegación después de que ha entendido su funcionamiento.
Como resultado del tránsito recurrente por los niveles sintáctico y
semántico, el lector comprende el proceso de interacción con la interfaz, el
funcionamiento del sistema de navegación y el tema objeto del hiperdocumento.
En cuanto al sistema de navegación, en la organización de los textos
impresos tradicionales se reconoce la existencia de un formato patrón. Ellos
contienen, por ejemplo, una tabla de contenido al principio del documento; un
índice, al final y numeración de temas y subtemas. Estos elementos permiten al
lector ubicarse rápida y espacialmente en el documento y también localizar con
prontitud la información requerida. Las nociones de "antes" y
"después" son determinantes en estos procesos. Es evidente que el
mecanismo de interacción con el texto impreso tradicional es de dominio
público. Por el contrario, en los hiperdocumentos el mecanismo de interacción o
"sistema de navegación" no es de dominio público. Para comprender el
tema objeto del hiperdocumento, el usuario o lector tiene que comprender,
primero, cómo funciona el sistema de navegación. Esto se logra como resultado
del tránsito por los niveles léxico, sintáctico y semántico en lo que al
sistema de navegación se refiere y por haber comprendido el proceso de
interacción con la interfaz.
En el nivel pragmático, el lector del hiperdocumento integra sus
conocimientos con los nuevos conocimientos adquiridos sobre el tema objeto del
hiperdocumento, sobre estructura y organización de interfaces y sobre sistemas
de navegación.
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