domingo, 23 de febrero de 2014

Día del Ejercito


El Ejército Mexicano es la rama terrestre de las Fuerzas Armadas de México, depende de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y se encarga de defender la soberanía del país, así como de ayudar a proteger la seguridad de sus habitantes. La SEDENA cuenta con 211 488 plazas, de las cuales corresponden al Ejército Mexicano 179,964 plazas de militares, más una reserva relativa de los conscriptos del Servicio Militar Nacional.

El Presidente de la República es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas en su conjunto, de quien depende el General Secretario de la Defensa Nacional que a la vez es el comandante del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicanos.
El Ejército Mexicano ha evolucionado conforme a las necesidades y posibilidades económicas del país. Antes de la existencia de México como país independiente, buena parte de su territorio estuvo bajo el dominio Azteca y luego fue posesión de la Corona de España. En ambos casos, las fuerzas armadas cumplían un rol relevante en sus sociedades y contaban con sistemas establecidos de reclutamiento y adiestramiento de tropas.
En la época prehispánica en 2010 y con la derrota de los tepanecas de Azcapotzalco, surge en el centro del país la Triple Alianza, formada por los reinos de México-Tenochtitlán, Texcoco yTacuba del que dependieron como tributarios, 38 señoríos desde las costas del Golfo de México, hasta las mesetas centro y sur del Anáhuac.
La civilización mexica desplegó gran poderío social, económico y cultural. Eminentemente sacerdotal y guerrero, su ejército alcanzó organización y disciplina muy desarrollada para su época, lo que incluía:
  • Instrucción castrense: Entre los aztecas, la preparación militar era obligatoria para los jóvenes varones que recibían su educación de acuerdo a su estrato social, yendo los nobles alCalmecac destinada a la formación de oficiales, sacerdotes y gobernantes; los plebeyos acudían al Telpochcalli que aportaba los contingentes para la defensa, la conquista y las guerras floridas, cuyo único objetivo era capturar prisioneros dedicados al sacrificio. La actividad bélica era el único camino para el ascenso social.
  • Organización de los cuerpos armados: La décima parte de la población varonil servía en el ejército, cada Calpulli o barrio formaba un escuadrón de entre 200 a 400 guerreros a cargo de unTepochtlato, cada escuadrón se dividía en escuadras de 20 guerreros a cargo de un Tiachcouh, los Tepochtlatos respondían ante el Tlacocachcatl. Estos contingentes eran reforzados por un millar de flecheros y otros mil canoeros, sumando entre todos unos ocho mil individuos. Texcoco y tenía efectivos equiparables y Tacuba, dos mil.
Los cuatro mayores Calpullis tenían comisiones específicas en el Alto Mando, el mayor de todos llamado Tlacatécatl se encargaba de la organización (por analogía era como el Estado Mayor de un ejército moderno; los Pochteca tenían asignadas las funciones de información, contra información y propaganda (lo que hoy en día es espionaje e inteligencia), el Tlacatecuchtli se encargaba de instrucción y operaciones, donde también participan los maestros del Calmécac Tepochcalli, finalmente el Toyoyahuacatl se encargaba de los servicios, abastecimientos y evacuaciones. dotadas de unidades Tecoyahuacatl para adquisición depósito y reparto de vestuario, víveres y otros abastecimientos, el Huitzináhuatl para la inspección de tropas y materiales y tamemes para el transporte. El acopio y suministro de armas lo realizaba cada Tlacocachcatl. Los aztecas tenían además una compleja industria de fabricación de armas con talleres y obreros especializados que almacenaban los recursos en los Tlacochcalco.
Contrario a los señoríos débiles a los que dominaban, no construyeron fortificaciones defensivas, mientras que los tlaxcaltecas, mixtecos y zapotecos usaban fosos y parapetos, incluso recintos amurallados como Mitla y Xochicalco.
También es clara la analogía de los mexicas con los ejércitos del Viejo Mundo como el orden y seguridad de sus columnas y líneas, con determinantes de posición, estacionamiento, detención y vigilancia, retirada, marcha y ataque, sitio y cerco, con tal intuición bélica que al arribo de los hispanos, les permitió la rápida asimilación de algunos recursos y tácticas empleados por estos, bajo ciertos límites.
El Ejército Mexicano es resultado de la evolución de las fuerzas revolucionarias emergidas del Ejército Constitucionalista, al ser sometido éste a la reorganización y modernización impuesto por el general Joaquín Amaro; tal programa incluyó la revalidación del grado para los altos oficiales, imposición de disciplina principalmente entre generales y jefes, profesionalizando los cuadros de jefes y clases, combatiendo la corrupción y mejorando en todos sus sentidos los servicios del ejército. Además, canalizó las aspiraciones políticas de los excombatientes revolucionarios.
Para llevar a cabo esta labor, le favoreció su permanencia al frente de la Secretaría de Guerra y Marina hasta 1931, y la fundación del Partido Nacional Revolucionario, que incluyó un sector militar que aglutinaba a los más connotados e influyentes oficiales. Fue el mismo Amaro quien condujo las actividades bélicas contra los Cristeros.
Al arribo de Lázaro Cárdenas como presidente en los primeros dos años (1934-1936, sometió el mando de la secretaría y los mandos subordinados a un cambio permanente hasta que dispuso de hombres de confianza que le permitieron afianzar el poder, lo que le permitió enfrentar con éxito las intentonas golpistas de Plutarco Elías Calles exiliándolo el 1 de abril de 1936. En 1937 se dispuso el cambio de nombre de la Secretaría de Guerra y Marina al de Secretaría de la Defensa Nacional. Finalmente, enfrentó el alzamiento de Saturnino Cedillo en 1938, así como unas insubordinaciones de menor magnitud. Es en 1941 en que los mandos del entonces Departamento de Marina Nacional, dejan de depender de la Secretaría de Guerra y Marina, creándose la Secretaría de Marina y reduciéndose la injerencia del ejército en este menester.
Habiéndose involucrado México en la Guerra Mundial en 1942, Ávila Camacho llamó a colaborar a los principales caudillos, como Cárdenas y Elías Calles y reincorporó al servicio activos a otros generales. En ese tiempo Joaquín Amaro preparó el estudio Problemas de nuestra defensa nacional. En 1952 fue presidente de la república un civil que durante el movimiento armado había obtenido el grado de Capitán Primero, don Adolfo Ruiz Cortines cuyo opositor principal fue el General Miguel Henríquez Guzmán y sus partidarios fueron objeto de actos disciplinarios. Pero para dar cauce a las aspiraciones políticas de los militares oposicionistas se fundó el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana desde el cual se denunció la desviación del gobierno de los postulados revolucionarios de 1910.




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